martes, 19 de octubre de 2010
People are strange
La excentricidad... Mil preguntas se me pasan por la cabeza acerca de este término acuñado por la sociedad como algo despectivo.
Aquello que sobresale de lo ''normal'' siempre ha sido para mí objeto de admiración, siempre en cuanto entre en mis gustos. Realmente, pienso que una vida sin excentricidad sería extremadamente aburrida. Uno a veces necesita saltarse las reglas establecidas y dejar aflorar los impulsos que mitigamos a diario, por miedo a ser distintos o a hacer algo que sea objeto de críticas.
No me gusta odiar, pero a veces no puedo evitar hacerlo hacia las personas tozudas y cabezonas que ven las cosas nuevas como algo escandaloso, ofensivo, malo, inservible...
Nunca negaría a nadie el derecho a la expresión, pero de verdad que no soporto una sociedad tan crítica con todo aquello que ve: que si este está muy gordo, que si esto puede alterar emocionalmente, que si esto tiene que censurarse, que si esta es muy puta, que si este viste mal, que si este es feo, que si esto vale caro, que si esto es la última moda...
Todo está lleno de prejuicios. Vale, la perfección siempre ha sido sinónimo de belleza desde tiempos remotos, pero... ¿esto es belleza realmente? Porque a mí no me parece perfección tener un cuerpo escuálido, un chalet con piscina, dos descapotable y tener mi cara en un monton de carpetas.
Reconozco, que a todos nos gustaría estar en la lista de las diez personas más ricas y vivir sin preocupaciones, chasqueando los dedos y teniendo a nuestros pies todo aquello que queramos.
Vivimos en una sociedad extremista, que todo lo quiere, todo lo consigue y todo lo vende. Y si no, eres un fracasado.
Somos críticos con todo lo que vemos. Me parece bien, pero veo mucho criticar a cosas que nos distraen de lo que verdaderamente deberíamos cuestionar todos.
Podemos hacer listas de Schindler infinitas sobre personas mal vestidas, o mejor vestidas; más famosos o más marginados; más drogadictos o menos... Es decir, intentamos poner todas las barreras posibles a aquello que está fuera de lo normal o a todo lo nuevo. Sin embargo, carecemos en criticar otros aspectos, pues, la mayoría de las veces, nos dejamos influir como bebés ante los medios. La caja tonta llamada televisión rige nuestro cerebro como si de nuestro corazón se tratase. Te dice que compres, y tú compras. Te dice que adelgazes, y tú adelgazas. Te dice que colabores con los niños pobres y tú lo haces. ¿Qué pasa, que aquí no cuestionamos nada o qué?
En fin, que tengo que parar ya, si no empezaré a pelearme con el ordenador :O
Adios!!
:D
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